viernes, 31 de agosto de 2012

La propina, el subsidio que otorga el consumidor.

Cuenta la historia que en las tabernas del siglo XVI en Inglaterra, existía una alcancía donde los clientes dejaban algunas monedas con la finalidad de recibir un mejor servicio, arriba de dicha alcancía, había un letrero que decía: "To Insure Promptness" (para asegurar rapidez) y que con el tiempo quedó solo en "TIP" (traducido como "propina").

El antepasado de lo que al día de hoy en México es llamado propina, tenía la finalidad de lograr un mejor trato y una mayor rapidez en la atención que al que no dejaba monedas. Eso bien en nuestro país podría llamarse soborno, pero ese es un tema a tratar en otro momento.

En México, la propina es una de las dádivas mas institucionalizadas, su función social es la de retribuir y reconocer por el servicio que se obtiene, llamese en alimentos, bebidas, despacho de gasolina, toallitas de los baños y un largo etc... Su función económica, se supone, es la de mejorar la condición monetaria de quien la recibe; sin embargo, eso está muy en duda.

El principal sector económico que la recibe, o quizá el único, son los servicios; los meseros, cantineros, cocineros, lava-coches, despachadores, mensajeros, repartidores y mas..., no he sabido del obrero, oficinista, agricultor, costurero u otro oficio al que se le acostumbre dar; y no es por casualidad que este sector es el que ha tenido el menor incremento salarial en el transcurso de una década, o quizá más, esto de acuerdo a los movimientos salariales por sector, donde el salario mínimo ha crecido de 2002 a 2012 el 47% y el salario del sector servicios 58% a diferencia del sector de la construcción, por ejemplo, el cual se ha incrementado en el mismo periodo un 70%

Esto se puede observar notablemente cuando leemos las ofertas laborales donde se requiere un mesero o una recamarera, el salario ofrecido es el mínimo de ley, -claro, esto también lo ofrecen a los obreros-, estos anuncios van acompañados del clásico "más propinas", (como si los empleadores tuvieran la certeza de que en realidad las van a recibir), trasladando al consumidor del servicio un porcentaje del sueldo, el cual en este país es del 10%.

La propina se ha convertido en el sueldo variable de muchos trabajadores, siendo que las personas que no las perciben -y hasta las que la perciben-, tienen que redistribuir su ingreso para pagar ese 10% adicional, esto se ha hecho durante mucho tiempo y parece que nos hemos acostumbrado a ello; sin embargo, en lugar de ayudar a quienes la reciben, podemos observar que a largo plazo, esto ha perjudicado a este sector económico, ya que los incrementos salariales que a ello respecta, han sido en menor escala que los otorgados a otros sectores productivos.

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1 comentario:

  1. Muy buena reflexión, aunque la propina en teoría deberíamos darla por recibir un buen servicio, en muchos lados ya lo consideran obligatorio y lo cargan sin preguntar directamente en el total de la cuenta.

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